DiarioDeLerma.com

💥 Ante el saludo Navideño remitido por el Ayto, considero necesario expresar una reflexión que trascienda la cortesía formal. Cuando desde el poder ejecutivo se practica la demagogia de manera sistemática, no resulta sorprendente que cualquier célula subordinada de esa misma línea de gobierno crea legítimo recurrir a apelaciones emocionales sustentadas en falsedades, medias verdades y falacias discursivas. Este proceder, lejos de fortalecer el vínculo institucional que se invoca evidencia un uso populista, superficial y oportunista del lenguaje político. Un saludo que ignora la realidad de las decisiones adoptadas durante el año, que obvia sus consecuencias y que pretende sustituir el debate honesto por fórmulas vacías de contenido, no puede sino percibirse como cínico y falaz. En tales circunstancias, el silencio institucional habría sido una opción más digna y respetuosa. La vieja máxima de "miente, miente, que algo quedará" puede encontrar eco en determinados contextos, p...

  Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y la imagen proyectada por el equipo de gobierno de Lerma en el último pleno fue sencillamente, desoladora. Lo que debería haber sido un ejercicio de transparencia se convirtió en un escaparate de improvisación e incompetencias. Ante las dudas de la oposición y ciudadanos, solo obtuvimos respuestas vagas y sin fundamentos. Destacó especialmente la ausencia de la alcaldesa, cuya gestión parece marcada por la desidia y el cálculo político más que por el servicio público. No hubo reconocimiento de errores ni voluntad de enmendar decisiones que ya están dañando económicamente nuestro tejido comercial. La falta de formación y una actitud de recelo sin justificación están arrastrando a Lerma a un futuro incierto. Nuestro pueblo merece algo más que esta gestión paupérrima.